El azúcar invertido es algo que se ha puesto de moda en la cocina moderna tanto para la elaboración de postres como helados.
Las proporciones serían las siguientes:
En bollería, panadería y pastelería: Hace que los productos permanezcan tiernos y esponjosos durante más días.
En bollería y bizcochos: sustituir un 15% del azúcar por azúcar invertido. Si son 100 gramos de azúcar ponemos 15 gramos de azúcar invertido y 85 gramos de azúcar.
En panadería y pastelería: sustituir un 50% de azúcar por azúcar invertido. Ponemos mitad y mitad.
Para los helados: Evita la cristalización y hace que el helado sea más cremoso. Si la receta no lo indica sustituir el 25% del azúcar por azúcar invertido. Si son 100 gramos de azúcar ponemos 25 gramos de azúcar invertido y 75 gramos de azúcar normal.
INGREDIENTES
- 150 gr de agua embotellada.
- 350 gr de azúcar blanquilla.
- 1 pack de gasificante de mercadona (1 sobre blanco y 1 sobre lila).
ELABORACIÓN
Ponemos en una cacerola al fuego el agua, el azúcar y el sobre blanco. Remover con unas varillas. Cuando empiece a hervir apartamos del fuego y metemos el termómetro.
Cuando llegue a los 50 grados echamos el sobre lila y removemos con unas varillas (tarda unos 20 minutos aproximadamente en alcanzar la temperatura). Cogerá un color blanco. Dejar enfriar.
Cuando la espuma que se forma baje por completo y esté totalmente frío vertemos en un tarro de cristal.
Se conserva durante 10-12 meses en un armario (no hace falta meterlo al frigorífico). Pondremos la fecha de envasado para que no se nos olvide cuando lo hicimos. Y listo.
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